Sin duda los galgos, junto a sus hermanos a los podencos, son las razas autóctonas más maltratadas en este país, siendo la caza el foco de origen principal.
A ella no la esperábamos, apareció de pronto, visiblemente delgada y con muchas rojeces en su piel. Por suerte, nuestro contacto en la zona pudo retenerla en una nave y darle esa segunda oportunidad que tanto merece. Su pasado le ha dejado marcas, pero el presente es lo que importa y sabemos que puede haber una vida mejor para nuestra querida Maggie.