La pequeña Flor correteaba solita desde hacía unos días, cruzando carreteras, rotondas y buscando lugares donde refugiarse. No se sabía nada sobre su procedencia. Pasaban las horas, los días… nadie la buscaba.
Cuando nos dieron el aviso, ya se habían hecho varios intentos fallidos de captura, pero, como suele ser habitual con los perros miedosos, no se dejaba coger a mano. La proximidad de las personas le hacía huir.
Así que planificamos el montaje del dispositivo de captura para cubrir la franja nocturna, la más probable siempre en los casos de perros miedosos. Hasta bien entrada la madrugada, sobre las 04.00 h, no llegó realmente la gran oportunidad. A esa hora Flor salió de su escondite dispuesta a explorar los olores que venían de la jaula. Y hacia las 04.30 h, la pequeña entraba en la jaula, poniendo fin a su peligrosa situación.
La rigidez de su cuerpo y su mirada nos indicaban que era presa del pánico
Flor es una perrita muy joven (apenas 1 año) y con síntomas de anemia y deshidratación. Pero, pese a todo, ahora empieza su nueva vida y ¡todo irá bien!