ABANDONADA Y HAMBRIENTA
Apareció de repente por una urbanización del municipio de Piera, en la provincia de Barcelona. Según sus alimentadoras, estaba en los huesos y se le marcaban las costillas, algo que impresiona ver en un perro de aspecto tan robusto.
Las vecinas la llamaban cariñosamente «Ana María» y la alimentaban con mucha prudencia, para que no se asustara. Pero pasaban los días y seguía en la calle, nadie la reclamaba, nadie la reconocía… Su situación empezaba a preocupar y se pusieron en contacto con nosotros.
Las investigaciones sobre el origen de Ana María apuntaban a un abandono por parte de su propietario, que había okupado una de las casas de la urbanización.
Cuando llegamos a la zona, vimos a una perrita que daba vueltas por varias calles de la urbanización, un poco asustadiza pero, dedicándole el tiempo suficiente, no sería necesaria usar la jaula. ¡Y así fue! La pequeña se acercó y, a los pocos segundos, acudió a nuestra llamada, curiosa y confiada, dejándose poner el arnés. Unos minutos de paciencia y mimos fueron suficientes para convencerla de que se viniera con nosotros.
Mientras la llevábamos en el coche de camino a su nuevo hogar, ¡Ana María (ahora Emi) nos miraba con cariño e incluso nos pareció que sonreía!
Emi empieza una nueva vida
En estos momentos nuestra guapa rubia permanece en acogida disfrutando de su nueva vida como perrita rescatada, a la espera de su hogar definitivo..