La Dama Blanca aparecía por las noches cual fantasma en la oscuridad, muy hambrienta pero prudente, cuidándose de no ser vista en la más absoluta soledad de la noche. Su delgadez y sus salidas diarias hacían saltar todas las alarmas: Una vez más, la marca del abandono nos mostraba su cara más cruel. La observábamos a través del ojo de la cámara, con angustia, con tristeza, pero también con esperanza por devolverle a esta bella Dama la luz en sus ojos, la felicidad que merece y la dignidad que nunca debió perder.
Extremadamente miedosa y claramente no socializada, Dama no confiaba en la jaula. Hizo varios viajes, explorando todas las posibilidades de obtener la comida sin tener que entrar. Pero, finalmente, el hambre pudo más que el miedo y dio el paso que deseábamos para ella, el de una vida mejor.
Dama es una preciosa mestiza blanca, miedosa, aunque ya vemos en ella un gran potencial de perrita de casa, tranquila y ¡con ganas de ser querida! Aún está flojita de fuerzas pero es sólo cuestión de tiempo de que esta Dama de la noche luzca como la verdadera princesa que es.