En las zonas rurales se ocultan enemigos silenciosos que pueden ser mortales. Estos casos suelen darse en entornos donde los perros están acostumbrados a «pasear solos» y son capaces de abrir puertas o saltar vallados.
Ese fue el caso de Frank, un perro que salió accidentalmente de la casa al quedarse la puerta del jardín abierta. Sus propietarios, en un principio, no le dieron importancia.
Pero aquel día tardaba en volver… Había pasado ya casi una hora y empezaron a preocuparse. Tras no obtener resultados en los primeros días de la búsqueda, decidieron contactarnos.
Dado que la familia de Frank nos había comentado que su perro era muy amante del agua, decidimos hacer un barrido visual con el Dron para comprobar todas las balsas que rodeaban la zona. Para nuestra sorpresa, ¡habían muchas!
Pudimos descartar unas cuantas pero… la mala noticia llegaba desde una pequeña balsa situada bastante cerca de la casa. El pequeño Frank murió ahogado al poco tiempo de perderse. Aunque estas estructuras deben estar valladas, no siempre es así y suponen un serio peligro para los perretes.
Lamentamos mucho tu final Frank